Érase una vez un pequeño ciempiés que pensó que ya era momento de echar a andar. Al verse con tantísimos pies, preguntó a su madre preocupado:
—Mamá, para poder andar, ¿qué debo hacer? ¿Qué pies tengo que mover primero, los cincuenta de la derecha o los cincuenta de la izquierda? ¿Los de delante o los de atrás? ¿Cómo he de moverlos? ¿Y por qué tengo tantos pies? ¿Cómo llegaré a mi destino? Su madre, sonriendo, respondió: —Cariño, cuando quieras caminar, deja de pensar y... ¡camina! Este cuento anónimo, aunque no lo parezca, nos habla en última instancia de la procrastinación que tan de moda está últimamente. A pesar de lo complejo del enunciado, procrastinar no es otra cosa que postergar o aplazar. Una tarea, un trabajo, una decisión, un objetivo... Pero antes de postergar o aplazar una tarea, necesariamente tiene que existir una causa para hacerlo, pues raramente se aplaza algo que nos apetece hacer o nos gusta mucho hacer. ¿Crees que al pequeño ciempiés no le gustaría caminar, corretear, saltar? Al contrario, seguramente está deseando hacerlo. Podemos desear mucho hacer algo y al mismo tiempo ser incapaces de empezar: por miedo a lo desconocido, por exceso de perfeccionismo, por miedo a no saber, al fracaso, al qué dirán. Si este pequeño ciempiés no hubiese seguido el sabio consejo de su madre, probablemente habría aplazado indefinidamente su objetivo de caminar. Mediante mil preguntas más, mil excusas, mil tareas “más importantes” que atender primero... ¿Te sientes a veces un pequeño ciempiés? ¿Te abruma el desafío de coordinar y poner en marcha tus cien patas? Te preocupas y no te ocupas. De modo que cuando quieras escribir, deja de pensar y... ¡escribe! Escribe, escribe, escribe. Cuando quieras publicar, deja de pensar y... ¡publica! Publica, publica, publica. Sin decisión nada ocurriría en la vida, ¿no crees?
1 Comentario
Alberto
24/9/2016 09:10:00 pm
Esto es bien cierto. Una vez leí (creo que fue a algún Trueba) que la verdadera diferencia no es "bueno o malo", sino "hacer o no hacer". Tenemos que agitar el árbol (o mover cien pies) para que algo pase. Lo cualitativo ya lo consideramos luego, si viene al caso…
Responder
Tu comentario se publicará una vez que se apruebe.
Deja una respuesta. |
SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN
Y RECIBE CONTENIDO EXCLUSIVO SOBRE AUTOPUBLICACIÓN EN TU CORREO ELECTRÓNICO ARCHIVOS
Diciembre 2017
CATEGORÍAS
Todos
WEBS AMIGAS: |
Con tecnología de
Crea tu propio sitio web único con plantillas personalizables.
